lunes, 19 de agosto de 2013

Tragedia en Santiago de Compostela

Un tren Alvia que cubría el trayecto entre Madrid y Ferrol, y en el que viajaban al menos 218 personas, ha descarrilado la tarde-noche de 24-07-2013, cuando se encontraba a apenas tres kilómetros de la estación de Santiago de Compostela.


El suceso tuvo lugar un cuarto de hora antes de las nueve de la noche y las causas del mismo todavía se están investigando, aunque el Ministerio del Interior ya ha descartado que se trate de un atentado. El accidente tuvo lugar en una curva de la bifurcación de A Grandeira, en la parroquia de Angrois. Testigos presenciales han precisado a Efe que el convoy se partió en dos, y la máquina y los cuatro primeros vagones descarrilaron, otro intermedio voló sobre un terraplén hasta caer muy cerca de unas viviendas, y el resto volcó.         

Al menos tres vagones comenzaron a arder tras el accidente y otro vagón quedó aplastado por los dos de sus laterales convirtiéndose en un amasijo de hierros. El punto exacto del siniestro fue una curva limitada a 80 kilómetros por hora, la de menor velocidad de los últimos 100 kilómetros de ese tramo, en una zona que se denomina cambio de sistema de seguridad y supone un cambio de línea operativa, es decir, que se pasa de utilizar vías de alta velocidad a vías de ancho convencional.                               

Las primeras hipótesis sobre el motivo del accidente hablan de la posibilidad de que el  convoy hubiese llegado a este tramo con un importante exceso de velocidad. 
 Vecinos de la zona han indicado que el tren iba a una "velocidad normal" para entrar en la estación y que llegaron a escuchar un ruido, previo al descarrilamiento, y acto seguido ya se produjo una gran humareda, aunque otros testigos han dicho que el tren iba más rápido de lo habitual y por ese motivo descarriló. Un portavoz de Renfe ha dicho a Efe que "es muy aventurado" atribuir el accidente al exceso de velocidad.


El número de fallecidos en el accidente de tren es de 79, según ha determinado la Policía Científica.   Entre los fallecidos identificados hay  procedentes de Argelia, México y Estados Unidos.  Entre los españoles hay 16 de Coruña, 15 de Madrid, 5 de Cádiz, 5 de Pontevedra, 2 de Valladolid, 3 de Santiago, 2 de Ciudad Real, 2 de Ávila, 2 de Lugo, 2 de Logroño, 2 de Zamora, 2 de Orense, 2 de Alicante y uno de Lérida, Segovia, Santander, Toledo, Guipúzcoa, Cáceres, Vitoria, Salamanca, Murcia y Tenerife, respectivamente.

Por otra parte,  un total de 70 personas heridas en el accidente permanecen ingresadas en hospitales gallegos.



Informaciones de las cajas negras

El magistrado del Juzgado de Instrucción nº3 de Santiago, Luis Aláez, se ha reunido con el  personal de la Policía Científica para definir los pasos a seguir para el volcado de la información de las cajas negras. Hay dos, una del vagón delantero y otra del trasero.

El minucioso informe del contenido de las cajas negras  fija el primer registro de voz a las 20:39:15, tras sonar el politono del teléfono corporativo de Garzón, el maquinista, extraviado tras el siniestro, a las 20:39:06. El diálogo se prolonga un minuto y cuarenta segundos, aunque no queda constancia de que cuelguen en algún momento.
En el momento del sonido de aviso de la llamada que hizo el supervisor de los servicios a bordo desde el vagón 3 al conductor, el tren circulaba a 199 kilómetros por hora, dentro del límite permitido y normal en el tramo del recorrido en el que se encontraba.

Cuando se detecta el primer aviso acústico de una señal avanzada(E,7-vía libre), que  indica la proximidad de la bifurcación de A Grandeira, con un límite de 80 kilómetros por hora, la velocidad es, igualmente, de 199 km/h, mientras que a las 20:40:55, coincidiendo con el último sonido de voz exclamativo de Garzón Amo, dicha velocidad se ve reducida a 195. El maquinista está procesado por homicidio múltiple culposo.

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